martes, 9 de diciembre de 2008

Nota en la 23 sobre Rusia y A.L

PUENTE HACIA MOSCÚ (Publicada en la revista 23 Internacional de noviembre-diciembre)

Venezuela, Bolivia y Nicaragua intensifican los vínculos con el Kremlin


Hay imágenes simbólicas que sellan procesos: la de Raúl Castro asistiendo a la inauguración de una iglesia ortodoxa en la Habana, que con sus cúpulas doradas pincela un destello de Bizancio en la capital de la isla, bien podría ser la de la vuelta de Rusia a América Latina, luego de más de quince años de ausencia. En los últimos meses, Moscú está intensificando, de manera notable, los vínculos con algunos países de la región. El gigante euro-asiático, que gracias a varios años de crecimiento económico, resurgió de la sombría intrascendencia pos soviética y recuperó el status de “potencia”, concibe a esta parte del mundo, tradicional área de influencia norteamericana, como un gran tablero de juego donde mover fichas en respuesta al “cerco” que, según Moscú, Washington intenta erigir a caballo de la OTAN, alrededor de su territorio. A su vez, los estados latinoamericanos que se están acercando a Rusia son aquellos que buscan reforzar la autonomía y el margen de acción de sus proyectos políticos, alejándose de la sombra norteamericana.

Venezuela y los demás

Venezuela es el principal aliado del Kremlin en la región. Chavez ya realizó cinco giras oficiales a Rusia. La última fue a fines de septiembre. En esa ocasión, mientras visitaba un complejo industrial de los Urales, le manifestó a Dimitri Medvedev, su par anfitrión, “el apoyo completo” de su gobierno a las acciones emprendidas por Rusia en Georgia. Medvedev, agradeció inmediatamente “el apoyo moral” del líder bolivariano. El delfín de Putin, sabía que tenía enfrente a un aliado generoso. Un “amigo” que viene desembolsando, desde 2004, más de cuatro mil cuatrocientos millones de dólares en compras de armamento ruso y que, gracias a un crédito de mil millónes de dólares que el Kremlin acaba de otorgarle, seguirá adquiriendo material bélico, que va desde cazas bombarderos hasta tanques de última generación, pasando por fusiles kalashnikovs, helicópteros y radares. No sólo eso: también están en marcha acuerdos de cooperación energética y se explora la posibilidad de lanzar un programa de desarrollo nuclear venezolano – para fínes pacíficos - con ayuda rusa. La relación entre Moscú y Caracas no es puramente comercial sino también geoestratégica. Esto quedó demostrado con el envío, en septiembre, de dos aviones supersónicos rusos al país sudamericano y con los ejercicios navales conjuntos que realizarán, del 10 al 14 de noviembre, las armadas de ambos países en el Caribe, en lo que constituye una respuesta evidente de Moscú a la presencia de barcos de guerra norteamericanos en el Mar Negro. La escuadra rusá estará integrada por el buque insignia de la Flota del Norte, el crucero nuclear lanzamiziles “Pedro el Grande”, por el buque antisubmarino “Almirante Chabanenko” y por otros barcos de apoyo. Se entiende: no es una flota pesquera la que navegará las aguas del “patio trasero” de Estados Unidos. Cuba es otro de los países latinoamericanos que está estrechando sus vínculos con Rusia. Es el caso de dos viejos conocidos, que vuelven a necesitarse. En agosto, el secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Nikolai Pátrushev estuvo de visita en la isla. Medios de su país informaron que el funcionario estaba estudiando en terreno la posibilidad de abrir una base militar rusa. El Kremlin no confirmó pero tampoco rechazó esta versión. El primer ministro ruso, Vladimir Putin dijo: “ya es hora de que Rusia vuelva a Cuba”. Los acuerdos entre ambos estados van desde el área enérgética hasta la espacial. Rusia además fue el país que más ayuda humanitaria envió a Cuba luego del dramático paso del Huracán Gustav. Tal vez, el hecho más simbólico se dio a mediados de octubre cuando Raúl Castro, junto a varios miembros de su gobierno, inauguró, con la presencia de Kiril Gundjaev, número dos de la Iglesia Ortodoxa Rusa, el primer templo de esa fe en isla. La iglesia “Nuestra Señora de Kazán” está situada en plena Habana Vieja. No muy lejos, el país que tuvo un gesto inmenso hacia Rusia fue Nicaragua: se convirtió en el único estado del mundo – exceptuando a Rusia obviamente – en reconocer la independencia de las ex regiones georgianas de Abjasia y Ossetia del Sur. "Estamos en un todo con la posición del Gobierno de Rusia” señaló el presidente nicaraguense Daniel Ortega. Sergei Lavrov, el canciller ruso, al respecto, afirmó: “la decisión de las autoridades nicaraguenses marcará un jalón importante en el desarrollo de las relaciones entre Rusia y Nicaragua”. Más al sur, Bolivia también se suma al grupo de países que erigen puentes hacia Moscú. Coincidiendo con la expulsión del embajador de Estados Unidos de la Paz, Rusia le ofreció al gobierno de Evo Morales, apoyo para colaborar en la lucha contra el narcotráfico. Esta posibilidad es vista con buenos ojos por la Paz que intenta sustituir la ayuda económica que Washington sigue brindándole para tales fines. En cuanto a la Argentina, la presidenta Cristina Fernandez irá a Rusia, en gira oficial, el próximo 8 y 9 de diciembre. El canciller Taiana definió a los vínculos de Buenos Aires con Moscú, que son sobre todo comerciales, como “cordiales”.

Santiago Casanello

1 comentario:

Anónimo dijo...

Eneas, porqué no me extraña que Ud. escriba sobre la tierra de los zares?